Primer test de "nivel" para el "Loco" Bielsa

elcorreo.com (Juanma Mallo)

El entremés, el ligero aperitivo alcireño, se asumió con facilidad. Era lo previsto. El Athletic impuso su mayor categoría ante un equipo de Tercera y recaudó un triunfo en el que Fernando Llorente demostró que el verano no ha secado su pólvora, y que los jóvenes pisan fuerte.
El triangular de esta tarde, sin embargo, se presenta como una prueba de más entidad, un menú con dos platos, dos oponentes más complejos para hincarles el diente: el Southampton local, recién ascendido a la segunda inglesa, y, sobre todo, el Werder Bremen, de malos recuerdos para los rojiblancos por la doble derrota en la fase de grupos de la Europa League de hace dos cursos (3-1 y 0-3).
De este modo, la Memorial Cup -llamada así por ser un homenaje a Markus Liebherr, el fallecido hombre que rescató a los británicos de la quiebra en 2009- se configura como el primer examen serio para Marcelo Bielsa desde que hace diez días estrenó el chándal de técnico del cuadro vizcaíno en Lezama.
Y lo es por varias razones. Por ejemplo, debido a que ambos oponentes arriban a esta cita con más kilómetros en las piernas que los vizcaínos. No sólo acumulados en entrenamientos -los bilbaínos han sudado de lo lindo en Oliva pero no han cumplido diez jornadas de prácticas-, también de amistosos (dos han disputado los locales y seis los de la ciudad de los trotamúsicos, ambos a quince días de empezar la liga), la verdadera piedra de toque para calibrar el potencial de una escuadra, comprobar si la preparación va por el camino correcto.
Y más en el caso de un equipo como el Athletic, que afronta una nueva era con el técnico rosarino en el banquillo. Como él mismo dijo tras el encuentro en Alzira: «Las correcciones más finas se van haciendo a medida que se acerca la competición oficial».
Para ese instante aún queda tiempo: 26 días. Más de tres semanas para situar en el punto óptimo los motores de la tropa antes de afrontar la ida del play-off de la Europa League (18 de agosto). Pero no se debe desaprovechar ninguna oportunidad para interiorizar mecanismos (también es verdad que los jugadores se conocen a la perfección), para plasmar de forma natural los movimientos, y más si se mira al escaso calendario de amistosos pactados por el Athletic. Después del doble de esta tarde sólo quedarán el del Numancia (miércoles, 27) y el del Tottenham (sábado, 6 de agosto), aunque en teoría habrá otro más.
De esta manera, este torneo servirá para comprobar si los hombres de Bielsa van interiorizando su mensaje deportivo, ese que habla de un 4-3-3 presionante (a veces un 4-2-3-1), dominio del cuero, a ras del piso, y con una circulación incesante de las piezas sobre el terreno de juego. Nada de especular y siempre con protagonismo rojiblanco.
Porque una cosa es plasmarlo y llevarlo a efecto contra un rival menor, de Tercera, y otra frente a dos equipos de cierto nivel, aguerridos, curtidos, y en el caso de los alemanes con internacionales tanto con el combinado teutón (Wiese, Borowski, Mertesaker y Wolf), como con otras selecciones.
Destacadas ausencias
Aunque en el Athletic existen dos campeones del mundo, como Fernando Llorente - «un jugador muy contundente», destacó Bielsa el miércoles tras los dos goles del riojano- y Javi Martínez, que ayer no viajó a Southampon y continúa, como Iker Muniain, con su plan específico de preparación (ayer corrieron por Lezama junto a Xabi Clemente). Ellos se quedaron en tierra, igual que Borja Ekiza, aún convaleciente de una sobrecarga en el cuádriceps que arrastra desde la concentración levantina, y Ustaritz, con molestias.
De este modo, ninguno de los tres se montó en el chárter que trajo al sur de Inglaterra a los rojiblancos (y les devolverá hoy mismo a Bilbao), en el que se subieron 22 futbolistas. Todos los que estuvieron en Oliva, a excepción de los centrales, y Guillermo y Kepa Arrizabalaga (sí están Ruiz de Galarreta y Saborit). Parece, en este sentido, que Bielsa apostará por dos 'onces' difererentes, uno para cada 'bolo' de 45 minutos. Dos medios duelos que servirán para calibrar si el acercamiento al semáforo verde de inicio de curso, si el calentamiento, marcha por el sendero correcto.