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La quinta gran presentación del Málaga para la temporada que está a punto de arrancar tenía mucho de sentimental. Se ponían por primera vez la zamarra blanquiazul, en orden de aparición, Sergio Sánchez y Diego Buonanotte, dos de esos futbolistas que no sólo conocen la cara alegre de su profesión, sino que la vida les ha hecho madurar más de lo debido para sus edades.
Ante la ausencia de Abdullah Ghubn, el consejero consultivo José Carlos Pérez tomó la palabra. Al típico "encantados de tenerlos aquí", le secundó su espontaneidad con un "a ver si terminamos ya con las presentaciones". Se les está haciendo duro tanto ajetreo a los dirigentes blanquiazules. Aunque más ha sido el camino recorrido por los dos nuevos malaguistas. El corazón dio un gran susto al nuevo zaguero. "Hubo un tiempo en el que dudé si iba a volver a jugar. Las posibilidades eran prácticamente nulas y la esperanza casi que la pierdes. Pero apareció una luz y fui hacia ella. El fútbol es una forma de vida que me lo ha dado casi todo y no lo dudé", reconoció. El centrocampista prefiere pasar un poco más por encima de esos recuerdos no gratos y cree que esta nueva etapa es lo que necesitaba para volver a ser ese jugador que en 2008 ya deslumbraba: "Necesitaba un cambio de aires por todo lo que me había pasado, que fue muy feo y difícil de superar. Es otro país, otra cultura y lo necesitaba mucho". Y en términos similares, de abrir una nueva etapa, se expresó el catalán: "Necesitaba un cambio de aires. En Sevilla pasé un año muy malo en el sentido de la afección del corazón. El del Málaga es un proyecto ambicioso que me da mucha tranquilidad y me decidí porque fueron a por mí muy en serio desde el primer momento".
Muy acicalado Buonanotte, con una chaqueta veraniega y una camisa negra, más de sport Sergio Sánchez, habían entrado entraron con una tímida sonrisa en la sala de prensa para pronunciar sus primera palabras como malaguistas. Cinco temporadas ha firmado el argentino, cuatro el español, pero ambos también coinciden en la ambición del proyecto. "Es un principio de ciclo muy bonito en el que las aspiraciones pueden ser muy altas y para cualquier jugador venir hoy día al Málaga es un privilegio", comentó el diestro. "Sin pensar que vendrían jugadores de tanta calidad, sabía que habría un proyecto importante y se está haciendo presente", le secundó el zurdo.
Una aventura en la que esperan recuperar un rol pri
ncipal. "¿Demostrar algo? A mí mismo. Peleé para volver, sufrí en la recuperación, para poder ponerme en forma y vengo aquí en un estado óptimo y con unas ganas terribles. He pasado un año duro, la gente que me conoce sabe que no pasaré desapercibido", cuenta Sergio Sánchez. Buonanotte, incide: "Con respecto a la adaptación, seguro que al principio me puede llegar a costar, pero me acostumbraré. Tengo a mi familia que me apoya, el fútbol de acá me gusta mucho y para mí creo que es conveniente. Me gusta tener la pelota y acá se puede jugar más, algo que en Argentina no se puede hacer últimamente".
Fuera, en su hábitat natural, les esperaban 8.500 fieles. Allí ya se mostraron más ellos, aunque el Enano, el Chanquete para muchos ya en Málaga, seguía mesándose los cabellos preocupado de que ningún cabello estuviera fuera de lugar, como la equipación, que se colocó convenientemente antes de saltar al césped. Los dos vienen con hambre.
