Empezar con buen pie insufla confianza y optimismo. Y así ha arrancado el Valencia. Piatti y Aduriz se encargaron anoche de trufar con una victoria el primer partido de la pretemporada. Prueba superada. Las sensaciones son positivas y, la aportación de los nuevos fichajes y los canteranos, óptimas. El camino, aunque es largo, empieza llano. Con una victoria como aval y la ilusión que ello genera, el Valencia continuará preparando en Austria el curso con cierta tranquilidad. El sábado, contra el Leicester, segundo test.
Primeras pistas
Emery empieza a dar pistas de cómo quiere que sea el nuevo Valencia. El técnico entregó ayer, en el primer amistoso del curso, el brazalete de capitán a Soldado y Albelda y, le dio la titularidad en la portería a Diego Alves —que se queda con el dorsal 1— y la jefatura de la defensa a Rami —que hereda el 4 de Navarro—. Cierto es que, como en cualquier ensayo, esto es sólo eso, una prueba, pero algo aporta sobre las intenciones del técnico que, tal como había anunciado, repartió minutos y alineó a dos equipos totalmente diferentes en el «bolo» contra el PSV.
En la primera parte, jugando con un 4-2-3-1, Emery confió en una defensa compuesta por Bruno, Rami, Pardo (canterano) y Alba; con Maduro y Topal en el centro del campo, con Pablo por la derecha y Bernat (¡vaya desparpajo el del canterano!) por la izquierda, con Jonás de media punta y Soldado arriba. Un equipo que no metió ningún gol, pero tampoco recibió. Con la lógica falta de ritmo por llevar sólo diez días de trabajo y ante un rival con muy poco ímpetu, éste once, se comportó como un grupo ensamblado, en el que los nuevos se han integrado bien y los canteranos tienen cualidades y quieren mostrarlas pero en el que, la parte ofensiva, sobre sale de la defensiva. Y eso que, el objetivo más inmediato, es mejorar esta faceta que tantos quebraderos de cabeza está dando. El portentoso Rami, algo pesado, demostró las características que lo avalan, pero también la carencia de que, por su corpulencia, cuando sube al ataque, le cuesta recuperar la posición, con lo que deja algún que otro hueco —¡cómo se enfrente a un delantero habilidoso!—. Alves, sólo intervino en una ocasión; el central Pardo pasó con nota el examen y Bernat fue uno de los jugadores más eléctricos de la primera parte.
Tras el descanso, con el mismo sistema, fue Guaita quien se colocó bajo palos, con una defensa que ya se conoce como Miguel, Ricardo Costa, Dealbert y Mathieu; con Albelda y Portu en la medular, con Feghouli en la derecha, Nacho González de enganche y Piatti por la izquierda, con Aduriz delante. Y el argentino, rápido y participativo, no tardó en demostrar su habilidad y calidad. Suyo fue el primer gol. El duende aprovechó un pase de cabeza de Pablo, que previamente había recibido un gran pase de Aduriz, para estrenarse como goleador. Y Aduriz, precisamente, fue quien marcó de cabeza el segundo gol tras un genial pase de Feghouli. El Valencia, con el trabajo hecho y con acopio de moral, regresó a Klagenfurt .
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