Comienza una nueva temporada para la Real, con nuevo entrenador y nuevas ilusiones. Uno de los futbolsitas con más cosas que decir en la campaña que acaba de empezar es un Gorka Elustondo al que le beneficia el estilo de juego que quiere implantar Montanier
Donostia. Sería especial para usted jugar el sábado en Beasain...
Sí, era la primera vez que jugaba en Beasain. Había mucha gente del pueblo viendo el partido, y la verdad es que fue bonito.
¿La primera vez que jugaba en Beasain?
Pues casi. Creo que desde los diez años o así no había jugado en Beasain. Porque yo de pequeño estaba en el Aitzgorri, de Segura. Y luego pasé a las categorías inferiores de la Real. Así que prácticamente era la primera vez que jugaba en el pueblo.
¿Recuerda la victoria del Beasain contra la Real en Copa?
Sí, claro. Me acuerdo perfectamente. Fue en el campo antiguo de Loinaz. Era un chaval y estuve viendo el partido con los amigos.
¿Se puede saber con quién iba?
Hombre, pues por aquel entonces, y aunque estaba en las categorías inferiores de la Real, iba con el Beasain.
El sábado se jugó la revancha...
Hombre, fue un amistoso del que tampoco se pueden hacer excesivas valoraciones, la verdad. Arrastrábamos una semana dura de entrenamientos, las piernas estaban pesadas, y tratamos de hacer circular el balón lo más rápido posible, para adaptarnos al nuevo sistema y a lo que nos pide el míster.
¿Cambia mucho lo que pide Montanier respecto a lo que pedía Lasarte?
Hombre, él lo que quiere es jugar el balón, a poder ser por el suelo, que haya circulación rápida y está trabajando la transmisión entre defensa y ataque. Estamos en ello, pero todavía no hemos entrado en excesivos matices. Poco a poco, conforme avancen las semanas, iremos profundizando más.
Está la barrera del idioma.
Ya, pero nos ha sorprendido a todos cómo habla el míster para el poco tiempo que lleva aquí. Conoce muchas palabras en castellano, y entre eso y que hay un traductor nos entendemos perfectamente.
La nueva propuesta de juego recuerda a la que quiso poner en práctica Lillo hace tres años.
Sí que se puede asemejar algo. Lo que está claro es que en los últimos años cada vez hay más equipos que están intentando hacer este tipo de fútbol, de toque. Parece que al míster también le atrae ese estilo de juego, y durante la pretemporada intentará plasmarlo en el campo. Luego, en función de la plantilla y de las características del grupo, nos tendremos que amoldar.
Con aquel estilo ofensivo de Lillo, usted jugó sus mejores partidos con la camiseta de la Real.
Sí. Recuerdo que empecé muy bien, teniendo minutos y con el equipo haciendo buen fútbol. Desgraciadamente, me llegó aquella lesión. Ahora, sin entrar en muchas comparaciones con aquello, empieza una nueva temporada para mí, y la empiezo de cero con mucha ilusión por ganarme un sitio.
Está jugando como referencia por delante de la defensa. Hacía tiempo que no actuaba ahí.
Sí. Hombre, es que el sistema también era diferente. Con Martín jugábamos con dos pivotes. Uno cogía más la zona derecha, y el otro la izquierda. Ahora es diferente. Philippe lo que quiere es tener un pivote por delante de la defensa, que a veces se incruste en la zaga, otras veces suba más al centro del campo... Yo, en esa posición, me encuentro a gusto.
¿Es la demarcación donde a usted le gusta jugar?
Sí, porque desde joven yo empecé a jugar de central, y siempre he preferido ver el juego de cara. Me siento más cómodo jugando ahí, por delante de la defensa. Pero, bueno, el míster nos ha dicho que también podemos jugar de otras maneras. A lo que él decida habrá que acoplarse.
Comentó Montanier que tras los tres primeros amistosos decidirá sobre las necesidades de la plantilla. ¿Se percibe en el vestuario que muchos se están jugando su continuidad?
Hombre, que haya un nuevo míster hace que todos nos estemos jugando el puesto. En los entrenamientos se está viendo que hay mucha competitividad, mucha intensidad. Y eso a el míster le estará gustando, porque es muy estricto, está encima de todos y nos exige al máximo.
Se habla de que van a llegar refuerzos para el centro del campo.
Ya veremos. Lo que está claro es que gente llegará, porque todavía no se ha realizado ningún fichaje. Todo lo que llegue para sumar al equipo será bienvenido. Pero yo no puedo estar todo el día pensando en si va a venir alguien, y en si ese alguien me va a quitar el puesto. Además, creo que todos somos compatibles con todos.
Tras varias temporadas sin mucha suerte, ¿siente que está ante su oportunidad?
Uno siempre tiene expectativas. En la temporada del ascenso jugué bastante, el año pasado no lo hice tanto. Uno siempre busca tener continuidad, y espero poder tenerla ahora. Empieza una nueva temporada, ha llegado un nuevo entrenador, y afronto ilusionado esta situación.
En lo colectivo, ¿cómo ve al equipo tras los primeros entrenamientos?
Al equipo le veo bien. Con ganas, con ilusión... Todos estamos contentos con el nuevo míster, e ilusionados con seguir asimilando los conceptos. Ya estamos deseando que lleguen partidos más importantes y, sobre todo, que empiece la Liga.
Y que pasen ya las sesiones físicas en Zubieta, ¿no?
Sí. Por las tardes casi ni tocamos balón. Pero al final el hecho de que los entrenamientos de las mañanas sean más entretenidos, nos está permitiendo llevarlo todo mucho mejor. Además, el tiempo nos está acompañando y no está haciendo mucho calor.
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