viernes, 15 de julio de 2011

Garrido con mucha paciencia

elperiodicomediterraneo.com (José Luís Lizarraga)

Juan Carlos Garrido es el típico entrenador que cuando el árbitro pita el final del partido, empieza inmediatamente a pensar en el once que pondrá en liza en el próximo compromiso. Por ello, para un hombre meticuloso y obsesivo de su trabajo hasta límites extremos como el técnico del Villarreal, el no tener todavía muy claro tanto el once que podrá alinear en la trascendental eliminatoria previa que da acceso a la Liga de Campeones, como la composición definitiva del plantel, suponen un duro golpe para su método de trabajo.

La seriedad que aplica el club amarillo a su política económica, curiosamente, ha supuesto una tensa espera para el mánager del Villarreal. El seguimiento estricto del presupuesto, ante la incertidumbre de saber si se estará o no en la Champions, han ralentizado esta temporada la planificación deportiva, que se ha ceñido única y exclusivamente a la contratación del guardameta César Sánchez y del central del Udinese Cristian Zapata. El técnico valenciano había solicitado como prioritarios, además, la contratación de un lateral izquierdo y un extremo, independientemente de cubrir las posibles salidas.

El Villarreal necesita la inyección económica que supondría el traspaso de alguno de sus jugadores importantes para afrontar sus compromisos económicos ante la no certeza de saber si se contará con el fuerte aporte económico que supondría jugar la Liga de Campeones. Eso no significa que se acepte una operación que no satisfaga las exigencias de Fernando Roig Alonso. Ni mucho menos. El frustrado intento de compra de Giuseppe Rossi por parte del Barcelona es una prueba evidente de que el Villarreal no se desprenderá de alguna de sus estrellas a cualquier precio.

Sin embargo, la falta de ingresos si está condicionando, y retrasando, la confección final de la plantilla que estará a las órdenes de Garrido en la ida de la previa de Champions (17 agosto) y en el inicio de la Liga contra el Sporting en el Madrigal (21 agosto). Las posibles salidas de hombres como Rossi o Capdevila están afectando a los planes de Garrido, que anoche llegó a Dublín, donde el Villarreal efectuará una minipretemporada de cinco días, con la disputa de dos partidos ante el Dublín y el Aberdeen, este último en Escocia.

Rossi, que disfruta de permiso del club hasta el próximo domingo, es el principal candidato a inyectar una buena cifra de millones en la tesorería del Villarreal. Un traspaso cifrado para la entidad amarilla en un mínimo de 30 millones, pero que no es la única vía abierta del club, puesto que hombres como Cazorla o Nilmar también cuentan con novias en el mercado. En ambos casos, igual que en el de Rossi, el traspaso debería ser también muy importante. Una cuestión distinta es Joan Capdevila, cuya salida podría producirse por millón y medio o dos millones de euros.

Para el Villarreal, un club acostumbrado a cerrar sus plantillas con mucha antelación antes de iniciar el trabajo sobre el césped, la pretemporada 2011/12 es atípica. Los tiempos de crisis económica también lo son y hay que adaptarse. La seriedad de Fernando Roig en la parcela financiera choca con el carácter minucioso del técnico, pero en el Villarreal todos lo tienen muy asumido. Garrido, el primero.

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