sábado, 23 de julio de 2011

Boja se una a la Roma de Luís Enrique

sport.es (Juan Manuel Díaz)

No hay mejor elogio para un delantero que se diga de él que tiene gol ni mayor virtud que poseer ese don. Y Bojan Krkic ha tenido gol desde que era un crío. Las más de 800 dianas que marcó en las categorías inferiores del Barça fueron su carta de presentación para que Frank Rijkaard le hiciera debutar con el primer equipo en 2007 siendo todavía un chaval de 17 años.

En aquella temporada triste protagonizada por un equipo adormecido por la actitud de algunas estrellas decadentes, Bojan fue uno de los pocos soplos de aire fresco y rápidamente se hizo con el cariño de la afición.

Parecía que en la campaña 2008-09, con la llegada de Josep Guardiola al banquillo del primer equipo, el de Linyola acabaría de asentarse. Sin embargo, en un proyecto que más que nunca ha apostado por los futbolistas de la casa, Bojan perdió pistonada respecto a otros valores emergentes de Busquets, Pedro o el repatriado Piqué.

La actitud siempre discreta y educada de jugador y técnico evitó que se generara polémica. Pero sí que ha existido cierto debate en torno a su figura. Si la explosión definitiva de Leo Messi como falso `9¿ se llevó por delante a Eto¿o o Ibra y ha desplazado a la banda a Villa, a Krkic le dejó a mitad de camino hacia el éxito. Alguna inoportuna lesión y la eclosión de Pedro, que se adaptó con mayor rapidez, hicieron el resto

El run-run ha aumentado en este último curso, cuando Bojan perdía protagonismo después de su destacado papel en la recta final de la temporada 2009-10, cuando cubrió con éxito la `deserción¿ de Zlatan Ibrahimovic camino de la segunda Liga. Sus defensores consideran que Guardiola no le ha dado la confianza que necesita cualquier jugador y, en especial, un goleador para asentarse en el primer equipo. Los agnósticos creen que le falta un último hervor y se olvidan que se trata de un chico que antes de los 21 años ya ha cumplido cuatro campañas en el Barça.
 
Bojan ha decidido tomar cartas en el asunto y decir la suya en esta historia, que es la suya, aceptando esta aventura de lujo en el Calcio. La Roma es un grande en la Serie A y Luis Enrique, un técnico que conoce bien al delantero catalán y lo que puede dar de sí. En el Olímpico de Roma, el escenario en el que el Barça sumó su tercera Champions, Krkic tendrá dos temporadas por delante para reivindicarse como cazagoles y quizás cumplir su sueño de regresar al Camp Nou. Pero, sobre todo, podrá volver a ser feliz como futbolista.

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