lne.es (Ángel Cabranes)
La pretemporada servirá para recordar viejos tiempos. Aquellos en los que la carretera era uno de los habituales escenarios de la plantilla del Sporting. El club rojiblanco intentaba sacar la cabeza de la Segunda División a costa de largos viajes dirigidos por Raúl Otero, conductor del autocar del club gijonés. Este verano devolverá aquella rutina durante ocho de los diez desplazamientos que el conjunto de Manuel Preciado afrontará para preparar el retorno a la Liga. Por delante quedarán 3.042 kilómetros que el Sporting deberá afrontar para medirse a UP de Langreo, Ponferradina, Marino, Valladolid, Salamanca, Paços Ferreira, Celta de Vigo y Rayo Vallecano. El único respiro estará en los dos amistosos que jugarán en casa. El primero en Mareo, ante el filial, el próximo día 23. El segundo, en El Molinón, con el que se cerrará la preparación. Un «Villa de Gijón» en el que se medirán al Génova.
El presupuesto es más boyante que en etapas anteriores, donde el ahorro primaba sobre la comodidad. De cualquier manera el autocar del Sporting volverá a cargar gasóleo al mismo tiempo que los jugadores cargan las pilas durante la pretemporada. El avión estará reservado para casos puntuales, citas importantes como las que deberá afrontar el club cuando empiece la temporada. Hasta el momento, los kilómetros de la carretera serán los protagonistas en la primera toma de contacto del Sporting con la competición. El primer desplazamiento, el 20 de este mes a Langreo, servirá para empezar a hacerse a la idea.
Los viajes largos comenzarán una semana después. El conjunto rojiblanco se desplazará a Ponferrada para enfrentarse al anfitrión de la ciudad, recién descendido a Segunda B. Un total de 490 kilómetros, contabilizando la ida y vuelta, en los que la tertulia y las partidas de cartas volverán a ser el mejor entretenimiento entre la expedición gijonesa. El día 30 se terminará el mes con una salida más accesible. El Marino de Luanco, nuevo equipo de la división de bronce, esperará en Miramar a los hombres de Manuel Preciado tras una excursión de 42 kilómetros en total.
La siguiente parada estará en Luarca. La disputa del memorial «Ramón Losada» obligará a afrontar un trayecto que sumará 171 kilómetros más a las ruedas del autocar gijonés y que tendrá como objetivo medirse al Real Valladolid, equipo de la Segunda División. Este trofeo será la previa a la pequeña gira que efectuará el Sporting con tres nuevos amistosos.
La ruta se dividirá en la siguiente cita rojiblanca. Viaje a Salamanca el 3 de agosto, 371 kilómetros y partido ante el equipo de la ciudad, otro de los que han caído a la Segunda B. Tocará parada y fonda tras el encuentro, ya que los futbolistas se volverán a subir al autocar no para volver a Gijón, sino para desplazarse a Portugal. Un total de 378 kilómetros separan la localidad charra de Paços Ferreira, donde los rojiblancos jugarán el 5 de agosto. El rival, uno de los conjuntos de la Primera División lusa. Al día siguiente, vuelta a la carretera y 156 kilómetros más para disputar el trofeo «Ciudad de Vigo» ante el Celta. El regreso a Gijón sumará otros 406 kilómetros. Vallecas será el más duro de los viajes. El 10 de agosto se medirán al recién ascendido Rayo Vallecano y añadirán 958 kilómetros entre ida y vuelta. La despedida a los amistosos programados para la pretemporada será en casa. Los italianos del Génova permitirán descansar, al menos, del autocar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario