La operación puesta en marcha por el Real Zaragoza en las últimas horas para repescar al guardameta Roberto Jiménez, descartado oficialmente por el Benfica, no apunta a ser de consumación inmediata. El portero madrileño continuó ayer entrenándose con su actual equipo mientras espera con calma la resolución a la que puedan llegar los directivos del cuadro lisboeta y la SAD aragonesa para obrar su retorno a La Romareda un año después de su adiós.
Roberto, que ayer reconoció en declaraciones a HERALDO su intención y deseo de volver a vestir la camiseta zaragocista una vez le ha sido comunicada su marcha forzosa del Benfica, sabe que es cuestión de tiempo y no pretende perder la paciencia.
Además, desde la propia sede del Real Zaragoza, en una manifestaciones que recogía ayer el diario Récord de Lisboa, el director deportivo de la entidad aragonesa, Antonio Prieto, admitió el proceso de negociación que han establecido los dos equipos y sugirió que van a ser necesarios algunos días más hasta poder alcanzar un acuerdo sobre Roberto Jiménez: «Estamos conversando pero aún no hay nada concreto. Creo que todavía es pronto para asegurar la posibilidad de que Roberto venga al Real Zaragoza», dijo Prieto (que en Zaragoza no habla desde hace meses) a Récord.
El proceso concursal en el que se halla inmersa la sociedad zaragocista complica de partida cualquier trato que se quiera acometer, mucho más si alude a cantidades de dinero importantes como es el caso de Roberto. Agapito Iglesias busca fórmulas financieras que permitan limar esas dificultades. La inclusión de empresas intermediadoras (grupos de inversión), que ayuden a rebajar el coste final de los contratos de este tipo de jugadores, puede ser la solución.En la contratación de Roberto, el económico es el único factor -crucial en los tiempos que vive el Zaragoza- que falta por limar. El resto de voluntades son favorables.
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