lunes, 25 de julio de 2011

El Racing, al menos, ya marca goles

eldiariomontanes.es (R. T. Poo)

La gira del Racing por Alemania y Austria ha tocado a su fin. La banda de Héctor Cúper ofreció ayer su última actuación en el Rhein Neckar Arena. Antes, el equipo había parado en la estación de Stuttgart para reponer combustible. Y es que el bus de la expedición cántabra tenía una última parada ante el Hoffeinheim. Sorprendentemente, los verdiblancos no notaron demasiado el esfuerzo de la noche anterior, así que salieron al escenario donde los 10.000 enfervorecidos seguidores del conjunto alemán vieron uno de los mejores directos del conjunto cántabro. Hubo rotaciones en la banda, pero la voz cantante la llevaron los más jóvenes. Borja García y Javi Martínez, acompañados por Jairo en los coros, no desafinaron e hicieron que el 'road manager', Cúper, terminara contento. Sin embargo, no fueron capaces de redondear la noche en los bises y perdieron por 3-2 frente a un conjunto muy afinado donde Ryan Babel actuó como solista. Y es que tanto ensayo acabó pasando factura.
El nuevo cuerpo técnico del Racing estaba pendiente de si los futbolistas notarían el esfuerzo del día anterior ante el Nuremberg. Por eso, optaron por las rotaciones para afrontar los noventa minutos. Mario en portería, Francis, Álvaro, Borja García y Cisma en defensa, Adrián y Diop en la medular con Kennedy y Jairo en bandas y el recurrente binomio Luque y Munitis en punta. Un claro 4-4-2, el sistema que, como luego admitió en la rueda de prensa, más le gusta a Cúper. Durante toda la concentración, el argentino ha disfrutado con la velocidad del joven Jairo. Además, poco a poco, el míster va inculcando a Kennedy que hay que aplicarse algo más en la presión. Tener dos bandas rápidas hacia arriba y hacia abajo es una de sus obsesiones.
Y lo cierto es que, con estos mimbres, el Racing cuajó una sensacional primera parte. Los aficionados alemanes no se lo creían. Era el partido de presentación de su equipo y se frotaban las manos al pensar en una goleada a un equipo español. Más aún tras una jugada trenzada de Babel que, finalmente, salvó Mario. Pero el Racing de las estrecheces y el cansancio empezó a enseñar una cara distinta a la vista hasta ahora. Luque y Kennedy avisaron con una combinación anulada por fuera de juego. El sueco se quedó con ganas. Por eso, poco después, sacó una falta al borde del área para que Borja García entrara en la historia como el primer goleador del Racing de Cúper. Un chaval, tal vez un presagio para una temporada pobre de efectivos. Desde la banda, el argentino levantó el pulgar. Esa misma jugada se ha trabajado en Westendorf durante toda la semana.
Con el gol, los plomos del espectacular Rhein Neckar Arena se saltaron. Nadie hablaba. Pero cuando los compañeros de Babel se decidieron a 'conectar la corriente' también enchufaron la igualada. Marvin Compper fue capaz de enviar al fondo de las redes un golpe franco desde la esquina. Asignatura pendiente para los verdiblancos.
Con el empate, el choque fue un toma y daca. Luque y Munitis contestaban las llegadas de su rival, que vio como el colegiado del encuentro, Schmidt, le anuló un gol a Babel por fuera de juego cuando todos pedían a gritos el descanso.
En reserva
En la reanudación, Cúper comenzó con los cambios. Uno a uno, el técnico argentino fue dando entrada a todos los hombres que tuvo a su disposición. Como ante el Nuremberg, en la libreta tenía anotados los minutos que debía jugar cada uno. Era obvio que la batería estaba ya, por entonces, en horas bajas y el Hoffenheim demostró que sólo le quedan dos semanas para comenzar el campeonato.
Fue, entonces, una cuestión de físico y la luz de un Racing demasiado joven y demasiado cansado se fue apagando. Los goles eran cuestión de tiempo. Un error defensivo -una de las claves de la derrota verdiblanca- hizo que marcara Prince Tagoe. Doce minutos después, Mlapa mostró su tarjeta de presentación y puso el 3-1 en el marcador en una jugada de fortuna.

El Racing intentó la remontada, pero para la épica hace falta algo más que convicción. Hasta Cúper quiso empujar desde su zona y se encaró con el banquillo rival tras recibir el impacto de un balón proveniente de esa zona del campo. El esfuerzo merecía, al menos, algo de premio y Javi Martínez, el único 'nueve' de verdad que ha viajado a Austria, le mandó un recado al club para recordarles que se lo pondrá difícil a los que traigan. Otra vez Kennedy (por él pasa el fútbol) le colgó un balón y el joven jugador acertó a rematar en un golazo que despertó los aplausos del público. Hasta se pidió un penalti que pudo igualar el choque, pero había prisa por coger el avión de vuelta. El Racing se puso en carretera rumbo a Frankfurt. Allí, con el regusto de una derrota, pero con mejores sensaciones en las piernas y en la cabeza, tomó el vuelo LH 1146 camino de Bilbao. Luego, carretera y manta, rumbo a Santander. Próxima parada, El Sardinero. Allí Cúper le preguntará a Pernía si ya ha encontrado en quién invertir esos dos millones que quedan para armar un equipo. Y lo hará hoy mismo.

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