El Málaga resolvió con la gran pegada de Van Nistelrooy, autor de dos de los cuatro goles, su primer test de pretemporada ante un buen Horadada, que dio la impresión de equipo compacto y bien armado en todo momento. Mucho más allá del resultado, lo que busca Pellegrini es que su equipo coja como costumbre el hecho de mantener las líneas siempre juntas, el control absoluto del balón y realizar una fuerte presión al contrario para complicarle su salida y recuperarlo en cuanto antes. No es como para lanzar aún las campanas al vuelo, pero sí que se fueron cumpliendo estas premisas, lo cual indica un progreso.
El chileno dispuso de dos onces en cada tiempo, como suele ser habitual en estos compases de la preparación. En ellos repartió también a las novedades, los más esperados para el casi millar de aficionados que se reunió alrededor del campo. Así, dio la primera mitad a Mathijsen, Monreal y Joaquín, dejando la segunda para Sergio Sánchez, Toulalan, Buonanotte y el mencionado Van Nistelrooy. Sólo se quedaron sin jugar tres futbolistas del Atlético Malagueño: Samu y los dos guardametas, Pol y José Carlos.
La realidad es que el partido, en su mayoría, fue un claro monólogo de los blanquiazules, persistentes en plasmar sobre el verde la idea del chileno de mandar a través de la posesión y el buen manejo de balón. Obra de ello, las ocasiones iban llegando. El guardameta del Horadada Cristian pasó a ser el hombre más activo del rival.
Portillo se mostraba muy activo. Joaquín daba soluciones nuevas con sus diagonales y buenas combinaciones. Cuando Monreal empezó a incorporarse al ataque, ya no sólo se usaba la banda derecha, con un Jesús Gámez muy presente en labores ofensivas. También se observó que los saques de esquina no son un coto privado de Duda. Por la derecha era Joaquín quien los ejecutaba. En esta primera mitad, Rubén calentó más que intervino. Entre detalles y más detalles, ya se observa que el público siempre espera algo diferente del portuense y que cada acción de Baptista suele ir acompañada de aplausos del respetable. En esta primera mitad, Rubén calentó más que intervino. Sólo conectó en dos ocasiones con el esférico: una para blocar sin problemas un centro al área grande y otra tras una cesión de Gámez de cabeza. Y es que Kris y Mathijsen, aunque no gozaron de mucho trabajo, se mostraron resolutivos ante los escasos acercamientos rivales. Varias buenas intervenciones del cancerbero alicantino retrasaron que el Málaga se adelantara en el marcador. Pero esto parecía algo inevitable. El incombustible Duda fue el encargado de abrir la cuenta de la pretemporada gracias a una asistencia de Apoño.
Hasta que comenzó la segunda parte, el guión resultó ser el mismo. De hecho, los once jugadores nuevos que dispuso Pellegrini daban la impresión de subir incluso un poco el nivel. Sin embargo, en el primer acercamiento del Horadada, llegó el empate. Tras un saque de esquina, Antonio Muñoz, un nueve de los que realmente molestan y dan trabajo a los centrales, aprovechó un balón muerto tras un saque de esquina. El tanto dio ánimo a los alicantinos, que en este periodo disfrutaron de un par de ocasiones más.
Los pormenores del encuentro continuaban desvelando sus curiosidades. Se pudo ver que Sergio Sánchez realizaba su debut como central diestro, mandando a Demichelis al zurdo. Las primeras galopadas de Buonanotte, que agrada con el balón en los pies y su movilidad, pero que aún debe acostumbrarse a soltarlo algo antes. La dirección de Toulalan, bien asociado con Maresca. El francés, con aspecto cansino por sus movimientos, resulta un sinónimo de elegancia y buen posicionamiento. Hasta estuvo a punto de marcar en un saque de esquina al que se adelantó a la defensa con un cabezazo en el primer palo que se fue por poco. Y, cómo no, 'Van Gol'. El holandés, simplemente volvió a dar muestras de por qué se le conoce así. Tuvo tres, metió dos. Pero esto vino después.
Estábamos con la sublevación del Horadada, que finalmente sólo duró unos instantes. Lo justo que necesitaron Toulalan y Maresca para recuperar el dominio de la situación y el resto del equipo para recuperar por completo el esférico. Tras varios destellos de Buonanotte, llegó la jugada del segundo gol malaguista. Una elaboración muy estética, con tres taconazos del argentino, Van Nistelrooy y Cala, que acabó de una forma muy pragmática, con gol del holandés tras rechazar un defensa el último pase del canterano. La dinámica del Málaga, muy pendiente de no perder posiciones en todo momento, solidario y haciendo circular mucho el balón y aprovechando todos los espacios del campo, generó que un aumento en el marcador. Una internada de Cala por la derecha acabó en gol en propia meta de Maiquez al intentar despejar en el segundo palo su centro. Y, como colofón final, llegó el segundo de Van Nistelrooy. Un gol que le ha definido siempre: control con el pecho dentro del área a un centro de Toulalan, dejar botar la pelota y fusilar de semi volea. Si el primero lo marcó con la derecha, en éste lo hizo con la izquierda. Por lo visto ayer, el gol sigue circulando por sus venas a mayor velocidad que el resto. Y el Málaga arrancó satisfactoriamente su serie de amistosos de pretemporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario