lunes, 18 de julio de 2011

Serra Ferrer lo está pasando especialmente mal

diariodemarllorca.es (Jaume Bauzá)

Nunca ha sido fácil para Llorenç Serra Ferrer. Cuando aterrizó en el Real Mallorca hace un año tuvo que enfrentarse a graves problemas económicos y deportivos, los propios de un club que estaba dando sus primeros pasos bajo la Ley Concursal y que necesitaba rehacer una plantilla sin ningún recurso en la tesorería. El pobler superó aquella convulsa etapa con éxito y se dispuso a vivir una temporada relativamente tranquila. Pero los problemas han vuelto a amontonarse. Y algunos de ellos se incubaron en aquellos meses de calma tensa.
La complicada relación con los administradores concursales, la falta de sintonía con Michael Laudrup, el amotinamiento de Pierre Webó, las dificultades para hacer un plantilla competitiva con escasos recursos, el amago de dimisión de Jaume Cladera y la más que probable renuncia de Pedro Terrasa a implicarse en la gestión diaria del club balear han llevado al vicepresidente a vivir su momento más amargo desde se puso a los mandos de institución bermellona.
La relación con Michael Laudrup empezó a deteriorarse cuando el danés se empeño en que Fernando Cavenaghi tenía que irse sí o sí. Serra Ferrer accedió, pero aquel episodio, algunas decisiones técnicas en las alineaciones y la mala segunda vuelta del equipo hizo que se levantara un muro entre los dos.
Y las cosas no han empezado bien esta pretemporada. Laudrup aprovechó su primera rueda de prensa para enviar unos cuantos recados a Serra Ferrer, apremiándole a acelerar los fichajes y dejando claro que no conocía a los tres refuerzos que para entonces había cerrado el club. Aquellas palabras sentaron muy mal al máximo accionista y confirmaron que la cohabitación no va a ser fácil durante la temporada que se avecina.
El amago de dimisión de Jaume Cladera también supuso un duro golpe para Serra Ferrer. Aunque en los últimos días parece que ha dado marcha atrás y su continuidad en la presidencia puede hacerse realidad en el próximo Consejo de Administración, el presidente llegó a tomar la decisión de dimitir por razones personales. Durante las últimas semanas todo este proceso ha preocupado mucho al pobler, que se ha visto obligado a sondear a diferentes personas para saber si estarían dispuestas a asumir la presidencia.
Otro hombre muy cercano al pobler, y que volvió al Mallorca de su mano, parece que tendrá que renunciar a implicarse en el día a día de la institución. Pedro Terrasa tiene muchas posibilidades de seguir al frente de IB3 con el cambio de Govern, lo que descartaría su nombramiento como director general del Mallorca. De confirmarse, será otro golpe para Serra Ferrer, quien llegó a decir públicamente que le quería a su lado.
La relación con los administradores concursales también ha sufrido una grave deterioro en las últimas semanas. En una carta remitida a la juez que supervisa el concurso el pasado mes de junio, los administradores no ahorraron en reproches hacia la propiedad del Mallorca, a la que acusaron de actuar con lentitud e ineficacia en los asuntos del concurso. En la misiva criticaban que Serra Ferrer soportaba una excesiva carga de trabajo y exigían el nombramiento de un director general con amplio poder ejecutivo que supervisara las áreas económica, comercial y, también, deportiva.
El amotinamiento de Pierre Webó ha sido la gota que ha colmado el vaso de un verano muy difícil. El camerunés quiere irse del Mallorca con la carta de libertad, alegando que el club le quiere dinero. Y para presionar se negó a jugar los dos amistosos que el equipo disputó en Suecia. La solución depende de una reunión que se celebrará en breve con el agente del jugador, Paco Casal. Más trabajo para Serra Ferrer.

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