Comienza la pretemporada para el Granada

granadahoy.com (Julio Piñero)

En una oficina oculta en la sección de fútbol base de La Rosaleda, entre llamadas y cuadrantes de pretemporada, pueden encontrar a Manel Casanova, el nuevo director de La Academia. Hombre de férreos principios, llegó a Málaga tras salir huyendo de su equipo de toda la vida, el Espanyol. Disfruta con lo que hace, confiesa que su mundo es la cantera y que no entiende otra filosofía que no sea la del trabajo. Su curriculum le avala, viene a trabajar, no a demostrar nada, pero con un objetivo muy claro: convertir La Academia del Málaga en una fábrica de ilusión y fútbol.

–¿Cómo va su experiencia en Málaga?

–De momento, bien. Estoy contento por cómo están marchando las cosas. Intento introducir todos los cambios que puedo, aunque hay algunos que tardarán algo más, pero no podemos dejar de trabajar. Soy muy exigente con todo lo que hago y mi ritmo es difícil de seguir, pero se ha conformado un buen grupo de trabajo.

–La cantera estaba patas arriba cuando llegó.

–Desde luego, no tan mal como la del Espanyol cuando llegué allí. Es cierto que había que realizar cambios, pero estamos en ello. Me vine tres meses antes para ver cómo estaba todo y desde entonces no he parado. Hay tanto que hacer que se me van las horas solas, pero es un trabajo que me gusta y disfruto con ello. Eso sí, en cuanto tengamos las nuevas instalaciones todo irá mucho mejor.

–¿De qué cambios habla?

–Primero, hemos formado una estructura del equipo de trabajo. Por otro lado, cada equipo quiero que tenga su propio preparador físico y su cuerpo técnico, y además intento conseguir un equipo médico propio de la cantera, pero esto tendrá que ser aceptado en el presupuesto que tenemos. Como le decía, hay cambios que puedo hacer ahora y otros que tendrán que esperar. Visité la residencia y me dijeron que podía llevar a todos los que quisieron. Ya hay 44 y me han dicho que pare. Si fuera por mí...

–¿Cuál va a ser la nueva línea de trabajo?

–El objetivo es convertir al Málaga en un club de referencia. Es algo que hasta ahora no se hacía y prueba de ello eran las relaciones que existían con el resto de clubes de Andalucía. Ahora estamos intentando arreglarlo.

–¿Y qué perfil de futbolista busca el Málaga?

–Primero, que sepa jugar al fútbol, pero me gusta que sean rápidos jugando y tomando decisiones en el campo. A partir de ahí, en este proyecto se está teniendo muy en cuenta la calidad humana de los jugadores. Es una premisa de Abdullah [Ghubn] y creo que enriquece mucho al club. Por otro lado, para mí la edad ideal para fichar es la de infantil, porque así formas un grupo que pasará junto la adolescencia. Además, tengo facilidad para encontrar al futbolista que vale a esa edad. Siempre intento inculcar a los niños que estudien, que después del fútbol hay vida. Yo mismo soy licenciado en Publicidad. Nunca sabes lo que te va a deparar la vida, y nosotros tenemos que educarles en el campo y fuera de él.

–Habrá que estar atentos al infantil del Málaga.

–La próxima temporada, mirad a la camada del 97. Si hay siete u ocho jugadores aprovechables, se ha hecho un buen trabajo.

–Y si le pidiera el nombre de un canterano que tenga mimbres para triunfar.

–Tengo uno muy claro, que si no se estropea tendrá nivel de Primera División sin ningún problema. Es un jugador completísimo, pero mejor no desvelaré el nombre por respeto al resto, aunque muchos ya se lo imaginarán.

–¿Jugarán todos los equipos con un mismo sistema?

–No. A lo mejor el filial y el juvenil lo hacen como el primer equipo, pero en la cantera no. Los niños tienen que aprender, y si les enseñamos sólo un sistema y luego no suben al primer equipo o se cambia de entrenador y de estilo, no saben jugar a otra cosa. Estamos aquí para que aprendan y lleguen lo más formados posibles al primer equipo.

–Para terminar, cuando se marche, ¿qué le gustaría que quedase atrás de este proyecto?

–No vengo a ser reconocido, ni aspiro a más que esto, y no tengo más que mi propia exigencia, que no es poca. Pero me gustaría que se me recordase como una persona válida, y que, al mirar atrás, el Málaga sea un club respetado y su cantera, un ejemplo a seguir.